Bert Hellinger , el fundador y creador de las constelaciones familiares, se basó en la unión de elementos de la terapia gestalt, el análisis transaccional, la terapia sistémica familiar y la observación de las relaciones intrapersonales de los miembros de la familia, lo que arroja una clara visión de como las huellas de las vivencias de otras generaciones se repiten y marcan a las venideras.
La familia y su “conciencia en común” está formada por ciertos patrones que se rigen por la tesis de que las familias poseen ordenes en su esencia. Estos son “los ordenes del amor”, que son sublimes a ser alterados, lo que resultada en situaciones conflictivas que afectan directamente a las generaciones futuras.
Lo que una generación no se dedique a solucionar, necesariamente tiene que ser resuelto por las futuras generaciones, aunque no tengan la consciencia de lo que tienen “pendiente por hacer”, manifestándose mediante destinos (trágicos, enfermedades, trastornos psíquicos, físicos y de comportamientos conflictivos).
Logramos mirar, reconocer y honrar lo que ha quedado en las generaciones pasadas sin solucionar, y de esta manera sacar los secretos guardados, vividos en soledad y sin solución, haciendo de ellos el foco central de la terapia sistémica. Al visualizar la situación no resuelta, por medio de técnicas, pasos y frases que solo un constelador capacitado, con conocimientos de la terapia sistémica, PNL e hipnosis, el conflicto guardado en la memoria del ADN familiar desaparece, dejando libre a la generación actual, y a las venideras, librándoles de las dificultades que esta memoria imprimía en sus descendientes.