Diariamente ingieres diferentes tipos de alimentos pero ¿eres consciente del tipo de alimentación que tienes? ¿lo haces en realidad para nutrirte o para saciar un sentimiento que anda descontrolado?
Te invito a reflexionar sobre este tema y hacerte estas preguntas adicionales ¿Por qué debes comer? ¿Para qué comes?
La primera razón porque debemos comer es debido a que nuestro cuerpo requiere alimentos para poder funcionar, para tener energía y es vital para la sobrevivencia del ser humano.
Sí esa es la razón principal de ¿por qué comemos?, acto seguido es hacer un análisis sobre qué alimentos estamos consumiendo, con qué frecuencia del día comemos, y si estos alimentos nos ayudan a estar en armonía y en alta vibración.
Las respuestas al análisis planteado anteriormente nos ayudará a entender ¿para qué comemos?, si lo hacemos solo para vivir o si nos alimentamos con consciencia de lo que realmente necesita nuestro cuerpo, mente y espíritu.
Estoy segura de que más de una vez has comido con un fin distinto al de alimentarte. El comer debe ser un ritual maravilloso para llenar el cuerpo de nutrientes y encimas necesarias para su óptimo funcionamiento. Es la gasolina que nuestro “vehículo” necesita para andar.
No busques un refugio en la comida, no esta bien comer por ansiedad, porque te sientes triste o para tratar de calmar alguna emoción que te esté perturbando. Tampoco porque es rico o por gula, no, esa no es la finalidad de los alimentos.
La alimentación consciente es estar en consonancia y armonía entre la comida que ingieres y las necesidades de tu cuerpo, mente y espíritu. Cuando ingieres un alimento no solo estás consumiendo su valor nutricional, sino también, la energía que este ha guardado a lo largo de su vida.
En consecuencia, podemos indicar que los alimentos tienen distintas vibraciones y energías. Por ejemplo, cuando consumes carnes rojas o animales que son maltratados y que les inyectan hormonas para acelerar su proceso de crecimiento natural, toda esa energía negativa que acumula dentro de si, todo ese sufrimiento que pasa a lo largo de su vida, esa energía entra en ti al momento de consumirlo. Por lo cual se dice que ese tipo de alimentos tiene baja vibración.
Alimentos de alta vibración para una alimentación consciente
Los alimentos de alta vibración son todos aquellos que crecen de manera natural y que sus colores son brillantes, hermosos, denotando salud y bienestar. Estos alimentos los conocemos como orgánicos y te nombro algunos a continuación:
Todos los vegetales y hortalizas de hojas verdes: kale, espinaca, acelgas, lechuga, pepino y calabacín entre otros.
Vegetales de colores brillantes como los pimientos, tomates, berenjenas, auyama y aguacate.
Tubérculos como la papa, camote o la zanahoria.
Granos y leguminosas como lentejas, frijoles rojos, frijoles negros o chicharos.
Todas las variedades de frutas que crezcan de manera natural.
La alimentación consciente viene a darte un llamado de atención para que atiendas la manera en que comes, que alimentos consumes y que realmente es bueno para tus órganos.
Indistintamente si eres vegano, vegetariano, comes carnes o no, siempre hay que bendecir y practicar la gratitud por los alimentos. Llénalos de buena vibra y de buena energía antes de consumirlos.
Practica la alimentación consciente, agrega a tu plato alimentos que te aporten más nutrientes, vitaminas, minerales y reduce el consumo de alimentos que solo suman calorías y deterioran tu salud mental y física.
Se recomienda siempre respetar el momento de la ingesta de los alimentos. Hacer de ese acto que te permite vivir un momento sagrado, logrando una conexión entre la consciencia de lo que comes, el proceso que realiza tu cuerpo para absorber los alimentos y los beneficios que estás aportando a tu cuerpo.
Desde el momento que seleccionas tus alimentos, los preparas, los cocinas y hasta que los llevas a tu mesa, hazlo con amor y gratitud. Practica el agradecimiento y crea tus propias afirmaciones para santificar cada alimento que vas a ingerir.
Prepara tu mesa de manera armoniosa, come relajada y sin distracciones. Siente como cada bocado llena tu cuerpo de energía, escucha a tu estómago e identifica cuando ya esta satisfecho. No lo satures, no lo intoxiques.
Antes y después de comer agradece por los sagrados alimentos, porque la naturaleza te los ha otorgado con amor y tu lo recibes con amor.
Convierte el acto de comer en un ritual de amor, y de esta manera llénate con la mejor energía que la naturaleza tiene para ti.
Foto por Sam Lion