Dentro de nosotros, todos tenemos un niño interior herido. Reflejo de emociones y sentimientos lastimados que permanecen hasta la adultez. Estos se mantienen no porque se repitan las situaciones, sino porque el cerebro relaciona eventos nuevos que se parecen a los que se gestaron en la infancia.
Las heridas se asocian a sentimientos producidos por vivencias que resultan ofensivos y que lastiman, marcando la vida de la persona hasta que logre sanarla.
En la infancia se gestan 6 heridas: el abandono, el rechazo, la humillación, traición, injusticia y el miedo, los cuales dependiendo de la gravedad te condicionan de por vida si no trabajas en sanarlas.
Para comenzar a desarrollar el tema te explicaré el porque nace, como se gesta, como influye y como sanar la herida del abandono.
¿Cómo nace la herida?
Por lo general esta herida surge cuando faltan alguno de los progenitores, principalmente cuando falta mamá, papá o algún ser muy querido.
Por abandono.
No reconocimiento.
Fallecimiento.
Adopciones.
Imposibilidad mental de los progenitores para estar al cuidado de los hijos.
¿Cómo se gesta esta herida en la infancia?
La gestación de heridas refiere al sentimiento reiterado por una situación, que causa un dolor emocional profundo vivido en soledad. El cual logra alojarse en la psique de forma inconsciente, como un acontecimiento de relevante importancia y, que no se borrará fácilmente.
En la herida del abandono, se presenta el dolor y la tristeza que se vive diariamente por la ausencia de ese ser querido, dolor que perdura cada día por la ausencia física o emocional de esa persona tan importante en la vida del infante.
¿Cómo influye la herida de abandono en la vida adulta?
Las personas que tienen esta herida gestada por lo general son personas que se victimizan por todo. Tienen miedo al abandono, buscan constantemente atención, necesitan sentirse siempre apoyadas, presentan dificultades para tener relaciones sexuales, ansiedad, tensión a la hora de relacionarse con alguien nuevo, carencia afectiva, terror a la soledad y dependencia emocional.
¿Cómo sanar la herida del abandono?
Con fortaleza interior y cultivando el amor propio, trabajando la autoestima, aceptando las emociones vividas en la infancia, validando ese niño interior herido.
Dependiendo de la profundidad de la herida se recomienda hacer terapia de retrospección, hipnosis y actos simbólicos que te permitan abrazar a ese pequeño en el momento justo que sintió el abandono.
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