A mi gran amigo y compañero, el miedo

Gracias por acompañarme gran parte de mi vida, de manera exacerbada. Gracias a ti, me quise encontrar. Gracias a ti me pude trascender. Gracias a ti descubrí al amor omnipotente, me vi como la perfecta creación que soy, y lo que verdad brilla en mi corazón. Te doy las gracias de absolutamente todo lo que soy, porque sin ti, no tendría brújula ni fuerzas para hallar la luz al final del camino.

Si estás leyendo esto, es porque es tiempo de que tengas la consciencia adecuada. Quítate la idea errónea de lo que la palabra miedo representa. Es otro concepto, para describir algo más allá de lo que la razón del ser humano, o con su mente consciente pudiese entender. El miedo es la sensación que nuestro cuerpo ofrece como respuesta a una emoción determinada, un ‘reflejo de protección’.

Pudiésemos decir que el miedo es tan noble que, gracias a su vasto amor, solo quiere protegernos. ¿Qué ganas tendríamos de hacernos daño a nosotros mismos? Comprendiendo nuestras emociones, cada parte de nuestro Ser, de una manera siempre tan despiadada y cruel, ¿sintiéndonos culpables por sentir esta maravillosa emoción? Una emoción que sin duda nos lleva a la iluminación, porque si entendemos la ley de los opuestos, como complementos, lo opuesto al miedo es el amor. Simplemente se complementan para juntos Ser uno. Y así, preservar nuestra vida, ante todo aquello que pueda representarnos un peligro.

La confusión es tal que si uno analiza: ¿De verdad me he estado escuchando? ¿A mi Ser interior? ¿He estado escuchando lo que mi corazón me pide a gritos? Cuando vienen pacientes a mi consulta y lo primero que me dicen es ‘Tengo miedo.’, les pregunto ‘De qué?’. Siempre responden ‘De todo’ o ‘No sé’. Pues bien, esto no es más que el lenguaje de nuestra alma, y nuestro campo, intentado comunicarse. Le has ignorado tantas veces, que el único mecanismo efectivo que le queda es el de paralizarte. Haciéndote ver que no estas en el mindset correcto (programa de pensamientos). El cuerpo siempre va a reaccionar químicamente, afectando al sistema endocrino e inmune, lo que nos muestra que si no tenemos la inteligencia (consciencia) emocional adecuada, procesando todo como lo que es, vamos a afectar siempre nuestra salud física y mental. Porque un desorden de emociones y malas creencias hará que tengamos somatizaciones de síntomas en nuestro hermoso vehículo (biología/cuerpo), que es lo único que nos ayuda a transitar por este pasaje llamado Vida.

Si ya has tenido la manifestación de algún síntoma, un tratamiento emocional, que vaya de la mano con el tratamiento medico adecuado, logrará que tu cuerpo deje de gritar toda la incongruencia que te has endosado por la falta de conocimiento. 

En la familia y en nuestros primero años de edad, es donde experimentamos las primeras emociones, así como concepciones acerca de ellas y del mundo. Por eso es de gran importancia que todos en la familia podamos expresarnos sin etiquetar, juzgar o culpar al otro. Las emociones sanas siempre nos garantizaran una vida plena y duradera.

Aquel que alguna vez sintió miedo y caminó hacia el, fue el más valiente de la manada.

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