Ya casi termina el año y este es el momento perfecto para agradecer, bendecir y santificar todo lo vivido que ha sido trascendental para el despertar colectivo.
Esta maravillosa época decembrina es especial para manifestar todo aquello por lo que estamos agradecidos.
Se que es difícil de creer, pero el campo retribuye más cuando agradeces que cuando pides. Porque cuando pides muestras un sentimiento de carencia, lo necesito, no lo tengo y quiero que me lo des.
En cambio, cuando agradeces, denotas un sentimiento de amor, positivismo, abundancia, hasta te sientes que ya lo tienes aún y cuando no sea así el caso.
El arte de la gratitud es un valor que vale la pena inculcar a todos los miembros del clan familiar, a bebes, niños, adolescentes y adultos.
“Se agradecido por lo que ya tienes mientras persigues tus objetivos. Si no estás agradecido por lo que ya tienes ¿Qué te hace pensar que serás feliz con más? ”
Roy T. Bennet.
Antes de iniciar tu cena de navidad, eleva tu plegaria a agradecer, agradece por todo, por la vida, por intentar, por el aire, por el agua, por los sagrados alimentos, por tener la salud, por el bienestar, por la unión familiar, por ser, por estar, por conocer, por los abrazos, por las muestras de afecto, por el trabajo, por el bienestar, por el despertar colectivo, por tu salud mental y física. Agradece por estar aquí, leyendo este post que te dan un paso más a la sanación, por despertar cada día, por las protecciones, guías y bendiciones recibidas, por amar, por intentarlo, por haber tocado esa puerta.
“Levantémonos y estemos agradecidos, porque si hoy no aprendimos mucho, al menos aprendimos un poco, y si no aprendimos un poco, al menos no enfermamos, y si nos enfermamos, al menos no morimos; así que todos seamos agradecidos”.
Buda
y si morimos, sabremos que hemos retornado a nuestro verdadero hogar.
Deseo desde mi corazón que pases felices fiestas.
Mi misión es ayudarte a sanar.