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Siempre puedes irte, ¿si estás en una situación donde no encuentras salida? solo tienes que decidir hacerlo. Todo tiene solución. 

No sé porque tantas veces te empeñas en seguir viviendo esa situación que te hace daño, no sé porque te encuentras inmóvil en ese sitio donde no quieres estar, siempre te puedes ir, siempre tendrás la oportunidad de hacerlo distinto, solo debes decidirte y hacerlo.

Si no estás contento con lo que haces, decídete a cambiarlo. 

No te conviertas en la persona especialista en buscar culpables para todas las situaciones que vives, ten criterio para tomar responsabilidad de que todo lo que te has permitido vivir ha sido tu decisión. 

Que mi mamá esto, que mi papá lo otro, que mi hermano esto, que mi pareja o esposo lo otro. Alto, no caigas en ese juego de justificaciones.   

Si lo que has vivido en el pasado o lo que vives hoy y ahora no fue lo que quisiste o no es lo que quieres para ti, debes reflexionar sobre qué fue lo que te desvió del camino y qué es lo que sigues haciendo que te retiene a no dar el salto que necesitas.

La manera en la que cual vives solo refleja tus decisiones y no es culpa de nadie externo a ti. Siempre puedes irte, siempre puedes empezar de nuevo. Solo debes decidir hacerlo.

Trata de comprender la realidad, no tomes decisiones con medias verdades o medio comprendidas. Toma la enseñanza del pasado, organiza tu presente, y dirígete al futuro que deseas. 

Recuerda, siempre puedes irte, siempre puedes empezar de nuevo.

Recuerda que tu realidad es distinta a la realidad de los demás, no dejes que los demás tomen decisiones por ti. Toma las riendas de tu vida. 

Tus emociones son olas que van y vienen, pero a veces esas olas son tan fuertes que te sacan de la playa, no sin antes, darte una revolcada y tragar un poco de agua. 

Tus emociones muchas veces te impulsan a tomar decisiones, que no siempre son basadas en la realidad y, es ahí cuando viene la consecuencia a darle un vuelco a tu vida y a darte el trago amargo. 

Aprende a manejar tus emociones y no dejes que ellas guíen tus decisiones.  

Decide tu vida, nadie tiene el derecho de decidirla por ti. Siempre puedes irte. 

Instrúyete siempre, mucha de las “malas decisiones” vienen dadas por falta de información, falta de datos, falta de situaciones reales. 

Si algo no te da paz, no te da tranquilidad, no te da amor, sino por el contrario, te da tristezas, desilusiones, angustias ¿qué debes hacer? Solo tú tienes la decisión si seguir viviendo así o si comenzar de nuevo. 

No niegues tu presente, no niegues tu realidad, toma responsabilidad y decide si quieres seguir así o vas a cambiarla. 

Siéntate el día de hoy y reflexiona sobre lo que has vivido, lo que estás viviendo y sobre lo que deseas vivir. Te mereces una vida en consonancia, felicidad, amor y abundancia. Todo lo que no te permita vivir de esa manera, no es real. La pregunta es ¿te permitirás seguir viviendo así o vas a cambiar tu realidad?

Recuerda, siempre puedes irte. Irte no es cobardía, es tomar responsabilidad de tus actos y tomar ahora la decisión de mejorar, porque tú te lo mereces, porque es tu finalidad en este plano terrenal. 

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